El título alude a una usual
expresión de las películas del far west, comienzo así porque los clásicos
deformadores de la realidad pueden interpretarlo como cualquier otra
locura…….nada más lejos de mi sentir.
El problema es muy profundo, y
evidentemente nuestros gobernantes actuales no están preparados para conducir
el país. Están dando manotazos de ahogados. Definámoslo como una mezcla rara
de” museta y de mimí” (que proviene de La Boheme de Puccini o del tango, como a
usted más le agrade)
Deben entender que no pueden hacer
su revolución anacrónica, y mucho menos borrar con el codo lo que escriben con
la mano, con recetas tan inauditas como inconducentes.
Se han puesto de moda vocablos como
“el modelo”, y “el relato”. Mucha “cháchara” pero en todos los casos no
interpretan el sentir de la población.
Acaban de burlarse de nosotros una
vez más, y tenemos derecho, a esta altura, a desconfiar de la finalidad última
de este blanqueo gratis que nos propusieron hace unos días. Entendemos que va
más allá de la necesidad de disponibilidad de dólares.
En todos los órdenes, este modelo
actual le ha inferido un daño importante a la República. Podrían rectificar,
pero es muy poco probable que lo hagan porque, como dijo Raúl Alfonsín, “no
supe, no quise o no pude”.
Este artículo no está dirigido al
lanzamiento del plan para atraer dólares no declarados, ni a la conformación
del Consejo de la Magistratura, ni a las palabras de ayer de la presidente al
conmemorar “la década ganada”. Intenta ir más alla.
Los argentinos no solo pretendemos,
sino que exigimos, un país donde el esfuerzo debe rendir sus frutos, donde la
responsabilidad debe ser premiada.
Es imperioso que ya mismo se empiece
a construir una economía sustentable en el largo plazo. No interesa que sea de
crecimiento moderado, pero hay que arrancar ya. Para ello hay que comenzar a
fortalecer a la devastada clase media, sin excluir a los más necesitados.
Se
podría comenzar reduciendo los impuestos asfixiantes. Y a la vez fortalecer la
hoy deformada cultura del trabajo, fundamentalmente a través del ejemplo desde
los más altos niveles y de la educación pública, ofreciendo ofertas educativas
de alta calidad.
Existen en el país profesionales y
dirigentes muy preparados para encarar un programa de gobierno conforme a un planeamiento
previo consensuado.
Pero no se trata solo de
gobernantes. Cada uno de nosotros debe llegar tan lejos como nuestro talento e
impulso nos lo permita.