Delinear
Estrategias a futuro, conlleva el trabajo de detenerse en el análisis del
presente a la luz de los datos y experiencias del pasado, imaginar la evolución
de aquellos factores que con algún grado de certeza supongamos podrán incidir
favorable o desfavorablemente en la situación; cómo y con qué intensidad
hipotéticamente incidirían, y cómo podríamos contrarrestar lo malo y potenciar
lo bueno, para imaginar con algún grado de certeza un pronóstico del futuro.
Para ello
existen técnicas, como por ejemplo la de prognosis o prospectiva.
En todos
los casos, estas disciplinas son herramientas metodológicas para encauzar el
desarrollo del pensamiento humano. Es decir, supone la fuerza creadora del
hombre para dominar y transformar la naturaleza. Claramente decimos
que nada reemplaza al pensamiento humano, y esto está estrechamente relacionado con la
noción de libertad, entendida como la capacidad que tiene la voluntad para
obrar de una manera o de otra. Decimos entonces que la “construcción del futuro”
no sería ni posible ni entendible si el hombre no tuviera la suficiente libertad para llevarla a cabo. Pero, a su vez,
la voluntad obra movida por la claridad que le proporciona el intelecto.
Podemos
afirmar entonces que estamos hablando en general de “Predicción”. Y esto nos
permite imaginar futuros posibles (Futuribles), y futuros probables
(Futurables).
Ahora
bien, esto nos lleva a interpretar que el futuro, no es para esperarlo, sino para conformarlo, elaborarlo.
Entonces,
la aplicación de estos procedimientos estaría buscando un futurable dentro de los
futuribles.
Los
argentinos tenemos un próximo ejercicio cívico, de los denominados intermedios,
en el 2013 (elecciones legislativas), antes de arribar a las elecciones
presidenciales del 2015.
Y
como a diario vemos noticias “espasmódicas”; alguna de las cuales mencionaré al
pasar más abajo, me pregunto si no será útil continuar desarrollando artículos
de esta índole, tendientes a ayudar en el pensamiento; más aún cuando se ha
aprobado el tema del voto optativo a los 16 años de edad.
Porque
si no comenzamos a pensar hoy en el mañana, llegarán las elecciones del año
próximo y perderemos la posibilidad de influir en el futuro con nuestro voto.
Así
como los integrantes del grupo militante “La Cámpora” invaden como mínimo las
universidades con sus proclamas y adoctrinamientos, por qué a los jóvenes
universitarios todos no se los educa en estos temas, sin sacar conclusiones
políticas hacia ningún partido, ya que esto los ayudaría a tomar una decisión
más firme, y no guiados por el aparato propagandístico de turno, sino por su
propio discernimiento.
Si
bien es cierto que esto es derivado de otros artículos que vengo desarrollando,
confieso que he pasado bastante tiempo pensando en la noticia que nos cuenta
que el Secretario de Economía cobra más de $ 200.000/mes, ya que mantiene los
cargos de Director de YPF, de Siderar, y Subgerente de Aerolíneas Argentinas. Y
noto a la denominada “oposición” tan inactiva al respecto, que me permito
suponer varias posibilidades: o se acostumbraron también a vivir de la
política, o no lo ven tan mal, o temen que si levantan la voz se les “destape
alguna olla”; todas opciones execrables, compartirán.
Concluyo
diciendo que es mejor avanzar en la educación de los futuribles y futurables, antes
de que por omisión, vayamos a terminar en el “futurido”, vocablo que no existe pero nos representaría el “futuro
podrido”.