La
mayoría de las ideas y citas que he de verter en esta nota no son elaboración
mía, las he tomado de un mail que me envió un viejo compañero de estudios. Me
gustaron tanto, por aquello de que amo los principios y los valores morales,
que me erizaron la piel y me impulsaron a desarrollar este escrito.
En
la actualidad, principalmente en América Latina, con epicentro en Venezuela, se
considera socialmente inaceptable o al menos negativo, decir algo bueno de los
EEUU.
El colmo es
que hasta los latinos que llevan en los Estados Unidos más de media vida, no
encuentran nada bueno qué decir de USA, pero ahí siguen, pegados como
garrapatas y no regresan a sus países de origen............
La fortaleza
de los yankees reside en que nunca han olvidado el decálogo de Abraham Lincoln,
el que aprendieron hace 150 años y del cual nunca se han apartado:
- Usted no puede crear prosperidad desalentando
la Iniciativa Propia.
- Usted no puede fortalecer al débil,
debilitando al fuerte.
- Usted no puede ayudar a los pequeños,
aplastando a los grandes.
- Usted no puede ayudar al pobre,
destruyendo al rico.
- Usted no puede elevar al asalariado,
presionando a quien paga el salario.
- Usted no puede resolver sus problemas
mientras gaste más de lo que gana.
- Usted no puede promover la fraternidad de
la humanidad, admitiendo e incitando el odio de clases.
- Usted no puede garantizar una adecuada
seguridad con dinero prestado.
- Usted no puede formar el carácter y el
valor del hombre quitándole su independencia (libertad) e iniciativa.
- Usted no puede ayudar a los hombres
realizando por ellos permanentemente lo que ellos pueden y deben hacer por
sí mismos.
Pareciera que
nosotros hacemos todo al revés de este decálogo, como si nos esforzáramos para
que nos vaya mal.
Sin embargo, América Latina odia a los EEUU. Tenemos en verdad causas para hablar mal de
ellos ? Veamos:
Los yankees le ganaron la guerra a los nazis y no se
quedaron “en” ni “con” ningún país europeo.
Y cómo está Europa hoy en día ?
Le ganaron la guerra a los japoneses y no se quedaron “en” ni “con” Japón.
Y cómo está Japón hoy en día ?
Recuperaron parte de Corea hasta el paralelo 38 y no se quedaron con Corea. Basta comparar el desarrollo, economía, fuentes de trabajo y bienestar social de Corea de Sur hoy en día con el de Corea del Norte para evaluar quien obtuvo mejores resultados. Y entonces ?
Le ganaron la guerra a los japoneses y no se quedaron “en” ni “con” Japón.
Y cómo está Japón hoy en día ?
Recuperaron parte de Corea hasta el paralelo 38 y no se quedaron con Corea. Basta comparar el desarrollo, economía, fuentes de trabajo y bienestar social de Corea de Sur hoy en día con el de Corea del Norte para evaluar quien obtuvo mejores resultados. Y entonces ?
Mientras los yankees regaron el mundo con la sangre de
sus soldados, los latinoamericanos los seguimos criticando, esperando que
“llueva café”.
Recuerdo al menos tres ejemplos de hechos reales, no
inventados, que me permito detallar en esta nota, ya que hablan de principios y
valores, como les decía al principio:
1) Cuando en Inglaterra, durante una gran conferencia,
el Arzobispo de Canterbury le preguntó a Colin Powell si los planes de USA
hacia Irak no eran otra cosa que más construcción de "el imperio" por
parte de George Bush, este le respondió lo siguiente:
-"Con el transcurrir de los años, los Estados Unidos han enviado a muchos de sus mejores jóvenes, hombres y mujeres hacia el peligro, para luchar por la causa de la libertad más allá de nuestras fronteras. Las únicas tierras que hemos pedido a cambio han sido apenas las necesarias para sepultar a aquellos que no regresaron".
Se hizo un gran silencio en el recinto...
2) Durante una conferencia en Francia, en la cual participaba un gran número de ingenieros de diversas nacionalidades, incluyendo franceses y americanos, en el receso, uno de los ingenieros franceses dijo serenamente: "¿Han escuchado la última estupidez de George Bush?... Envió un portaaviones a Indonesia para ayudar a las víctimas del tsunami.
¿Qué es lo que pretende hacer, bombardearlos?"
Un ingeniero de Boeing se levantó y respondió serenamente:
-"Nuestros portaaviones tienen tres hospitales a bordo, que pueden tratar a varios cientos de personas. Son nucleares, por lo que pueden suministrar electricidad de emergencia a tierra, tienen tres comedores con capacidad para preparar comidas para 3.000 personas tres veces al día, pueden producir diariamente varios miles de galones de agua potable a partir de agua de mar, y tienen media docena de helicópteros para transportar víctimas desde y hacia el buque. Nosotros tenemos once barcos iguales.
¿Cuántos buques así ha mandado Francia?"
De nuevo, silencio sepulcral.
3) Un almirante de la Armada de los Estados Unidos estaba en una conferencia naval que incluía almirantes de la Armada americana, canadiense, inglesa, australiana, y francesa.
Durante un cóctel se encontró con un grupo de oficiales que incluía representantes de todos esos países. Todo el mundo conversaba en inglés mientras tomaban sus tragos, pero de repente, un almirante francés comentó que, si bien los europeos aprenden muchos idiomas, los americanos se bastan tan solo en el inglés.
Entonces preguntó: "¿Por qué tenemos que hablar inglés en estas conferencias? ¿Por qué no se habla francés?"
- El almirante americano, sin dudarlo, respondió: "Tal vez es porque los británicos, los canadienses, los australianos y los americanos nos las ingeniamos para que ustedes no tuvieran que hablar alemán, por el resto de sus vidas".
¡Se podría haber escuchado la caída de un alfiler...!
-"Con el transcurrir de los años, los Estados Unidos han enviado a muchos de sus mejores jóvenes, hombres y mujeres hacia el peligro, para luchar por la causa de la libertad más allá de nuestras fronteras. Las únicas tierras que hemos pedido a cambio han sido apenas las necesarias para sepultar a aquellos que no regresaron".
Se hizo un gran silencio en el recinto...
2) Durante una conferencia en Francia, en la cual participaba un gran número de ingenieros de diversas nacionalidades, incluyendo franceses y americanos, en el receso, uno de los ingenieros franceses dijo serenamente: "¿Han escuchado la última estupidez de George Bush?... Envió un portaaviones a Indonesia para ayudar a las víctimas del tsunami.
¿Qué es lo que pretende hacer, bombardearlos?"
Un ingeniero de Boeing se levantó y respondió serenamente:
-"Nuestros portaaviones tienen tres hospitales a bordo, que pueden tratar a varios cientos de personas. Son nucleares, por lo que pueden suministrar electricidad de emergencia a tierra, tienen tres comedores con capacidad para preparar comidas para 3.000 personas tres veces al día, pueden producir diariamente varios miles de galones de agua potable a partir de agua de mar, y tienen media docena de helicópteros para transportar víctimas desde y hacia el buque. Nosotros tenemos once barcos iguales.
¿Cuántos buques así ha mandado Francia?"
De nuevo, silencio sepulcral.
3) Un almirante de la Armada de los Estados Unidos estaba en una conferencia naval que incluía almirantes de la Armada americana, canadiense, inglesa, australiana, y francesa.
Durante un cóctel se encontró con un grupo de oficiales que incluía representantes de todos esos países. Todo el mundo conversaba en inglés mientras tomaban sus tragos, pero de repente, un almirante francés comentó que, si bien los europeos aprenden muchos idiomas, los americanos se bastan tan solo en el inglés.
Entonces preguntó: "¿Por qué tenemos que hablar inglés en estas conferencias? ¿Por qué no se habla francés?"
- El almirante americano, sin dudarlo, respondió: "Tal vez es porque los británicos, los canadienses, los australianos y los americanos nos las ingeniamos para que ustedes no tuvieran que hablar alemán, por el resto de sus vidas".
¡Se podría haber escuchado la caída de un alfiler...!
O sea, todos sabemos que se puede engañar a unos pocos
todo el tiempo, se puede engañar a todos por algún tiempo, pero es imposible
engañar a todos todo el tiempo.
Latinoamericanos: no nos engañemos más.
Para finalizar, me permito cerrar con una frase de
Winston Churchill, que, traducida,
expresa: “El socialismo es una filosofía del fracaso, el credo de la
ignorancia, y el evangelio de la envidia; su virtud inherente es la
distribución equitativa de la miseria”.