miércoles, 10 de octubre de 2012

Antes que nos maten a todos


Con la finalidad de hacer un aporte en pos de minimizar daños, comienzo diciendo que la Seguridad es un problema de todos, deviene de un principio del Derecho Natural, que es la defensa de la vida. Su normativa se encuadra dentro del Derecho Positivo. Las Instituciones tienen la obligación básica de preservar la Seguridad con su accionar.

En la actualidad, una conjunción de situaciones de hecho tales como la aplicación de un garantismo exagerado y una permisividad que raya en la decadencia, sumado a falencias educativas y los efectos de la drogadicción, conforman un panorama donde se transita por el borde de lo que podríamos llamar la “apología del caos”. Por consiguiente, debe quedar entendido que la Seguridad, así como se trata de un tema donde todos tenemos participación, es una función indelegable del Estado.

 

Entiendo bien que cambiar radicalmente la situación tiene en el corto plazo un costo político, y requiere mucho apoyo al funcionario responsable (que debe ser alguien necesariamente idóneo)

Pero en 3 meses se detendrá el delito en los guarismos actuales, y en 1 año la calidad de vida mejorará sensiblemente. La Seguridad debe ser parte de nuestro acervo, de nuestra identidad, ya que somos gente de paz. Esto es, hacer Prospectiva para tener una vida comunitaria Segura. En definitiva, hacer “prospectiva”, es tener la “perspectiva” de un proyecto.

Continuar así ahondará el fracaso, y lo único que obtendrán nuestros gobernantes será una falta de adhesión que opacará logros eventuales en otras áreas.

 

Cuáles serían los objetivos básicos a alcanzar: preservar el orden público; asegurar la prevención de los delitos, así como la aplicación del Derecho; enfrentar al delito en forma integral.

 

Qué políticas podrían implementarse para alcanzar los objetivos esbozados en el párrafo anterior ?. Debe quedar entendido que es LA POLITICA quien debe “iluminar” la misión a cumplir. Y por otro lado, que el descalabro actual lo estamos pagando los ciudadanos con nuestras vidas. Entonces, la política de seguridad debe adoptar un giro estratégico fundamental, consistente en cambiar la actitud defensiva actual por una actitud netamente ofensiva, tendiente a enfrentar la delincuencia, sin perder de vista el equilibrio entre la prevención necesaria y la represión justa y adecuada a las conductas delictivas, dentro del marco de la Constitución y las leyes. Disponer sin titubeos de todos los instrumentos a disposición del Estado, a fin de combatir las amenazas. Jerarquizar cautamente los organismos de Seguridad mediante la adecuada valoración profesional de sus integrantes, reconociendo el  esfuerzo que realizan  (cuando corresponda), y propendiendo a su educación (primordial) y capacitación. A la vez, sancionar o promover severas penalidades para con los integrantes que se aparten del cumplimiento de sus funciones.

Educar, prevenir y sancionar, enfrentando al delito en sus causas y efectos. Promover la participación ciudadana en la lucha contra la delincuencia, entendiéndose por tal la coordinación y cooperación entre la comunidad y las Fuerzas de Seguridad y Policiales.

Prevenir y controlar la tenencia ilegal de armas, produciendo mediante sendos operativos iniciales, el desarme de toda la población que no acredite tenencia y portación. Combatir decididamente el narcotráfico.

 

Lo expresado es simplemente el bosquejo de un plan tentativo básico a considerar. ¿ Podremos hacer algo de esto, antes que nos maten a todos ?

 

2 comentarios:

  1. seria interesante desarrollar ese bosquejo de plan para ver las posibilidades reales de llevarlo a cabo.

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  2. Para ello se requiere una decisión política, que nuestros gobernantes actuales no están dispuestos a adoptar debido al plan de sesgo ideológico populista de izquierda que ejecutan, que el Foro de Sao Paulo denominó neocomunista o socialista del siglo XXI

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