Contrariamente a lo que muchos piensan,
el ámbito de la seguridad de una empresa no se limita a ser un subsistema
dentro del sistema que dicha empresa constituye.
Se entiende por Seguridad aquella
situación en la cual los intereses vitales de la empresa se hallan a cubierto
de interferencias y perturbaciones sustanciales.
Por lo tanto, decimos que la Seguridad
comprende al objeto de su accionar (la empresa misma como un todo), para poder
crear las condiciones que le permitan optimizar su rendimiento sin incidencias
no deseadas.
Es esencial para la preservación de la
entidad de la empresa. Esto no implica que la empresa como tal no deba asumir
riesgos, sino que dichos riesgos necesariamente deben ser calculados.
Bastan estos conceptos escritos en
apretada síntesis para que el lector comprenda la magnitud y el alcance de la
acción de Management en la materia.
Estos lineamientos básicos, que son
válidos para cualquier tipo de empresa, parecen estar hechos particularmente a
la medida de una empresa logística. La logística comercial
moderna se asienta en tres pilares fundamentales: transporte - almacenamiento -
informática. Los tres requieren prevenir
su accionar instrumentando medidas de seguridad.
La conducción de la Seguridad implica
conjugar secuencial y armoniosamente las acciones de: Planeamiento -
Organización - Dirección - Control - Coordinación.
Entendemos por planeamiento el conjunto
de actividades destinadas a establecer objetivos, determinar políticas y
preparar los planes de seguridad correspondientes, tendientes a apoyar y
facilitar el desarrollo de una determinada acción. Acción que debemos
interpretar como la razón de ser, la esencia o la finalidad de una determinada
empresa.
En cuanto a la organización, es la
actividad que consiste en vincular y armonizar todos los medios a disposición,
a fin de satisfacer las necesidades de
seguridad con la mayor eficacia y al menor costo.
La dirección es la acción por la cual se
guían los medios a disposición según lo planeado, a fin de asegurar el cumplimiento
de los sucesivos pasos previstos. Implica la capacidad de modificar situaciones
desfavorables, así como la de capitalizar los éxitos obtenidos.
El control comprende una sumatoria de
actividades destinadas a evaluar y verificar el desarrollo de la faz operativa
y sus resultados.
La coordinación consiste en establecer
acuerdos entre las partes constitutivas de una actividad, para asegurar una
coherente acción común.
Lo hasta aquí expresado requiere un
absoluto rigor profesional, que asegure que todas las actividades, (tanto de
planeamiento como operativas), se interrelacionen en todo momento. Para obtener
este resultado, la calidad que la
actividad requiere debe estar asegurada mediante la sistematización de los procesos.
Una
forma de lograrlo consiste en adoptar un Sistema de Calidad integrador de los
distintos procesos. En tal sentido, las Normas de Aseguramiento de la Calidad
ISO 9000 constituyen un medio apto para la obtención de la finalidad
perseguida. Es de destacar que el hecho de hablar de normas y procedimientos,
lejos de restarle flexibilidad a la acción, le confiere la versatilidad
necesaria para desarrollar una actividad en el marco de la excelencia que impone
el mercado actual, particularmente en el ámbito de la logística.
Una gestión eficiente en materia de
seguridad empresaria es el resultado de la aplicación de pautas de calidad en
todas y cada una de las etapas del planeamiento, así como en cada paso de su
ejecución.
Sin embargo, si bien es imprescindible
que las compañías cuenten con un órgano de dirección en el campo de la
seguridad, no existen recetas preestablecidas para la consecución de objetivos.
Cada caso debe ser analizado a la luz de los factores que conforman una situación
particular, elaborando su correspondiente diagnóstico.
La instrumentación de las normas ISO 9000
en este área, dada la complejidad de las variables intervinientes, requerirán
entonces ser explicitadas conforme a las necesidades de cada caso puntual.
Para concluir, una síntesis de ideas
básicas:
El área de la seguridad requiere necesariamente
ser gerenciado por personal idóneo. Esto facilitará crear las condiciones para
el sano desarrollo de la empresa que se trate, anticipándose a perturbaciones
exógenas y optimizando los recursos disponibles.
En el ámbito de la empresas logísticas,
lo expresado adquiere una relevancia particular, mucho más aún si se opera con
productos de terceros.
El hecho de que una empresa contrate a
otra para que se ocupe de la logística le
debe
significar desentenderse de la necesidad
de operar una flota, de disponer y mantener depósitos y de ocuparse de las
tareas del mundo de la distribución.
Nada de esto puede hacerse sin una
Seguridad que incluya una permanente revisión innovadora y eventual rediseño de
procesos.
Las Normas de Calidad ISO 9000
constituyen no solo la exigencia del momento, sino un entorno imprescindible para el funcionamiento global
de las empresas.
En materia de Seguridad es necesario estudiar las experiencias ajenas (en este
ámbito, la propia cuesta cara y siempre llega tarde).
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